Jaime Mercader desde muy pequeño fue educado por su padre , quien además le instruyó en el arte de timar, ya que éste era un jugador y estafador profesional. Al verse perseguidos tras el descubierto de un fraude, huyen hacia América en un barco que por causa de una gran tormenta naufraga en las costas de Colombia, tras el incidente su padre desaparece, quedando bajo la protección de un siniestro sirio llamado Rasul al que rescató en el naufragio. Estando en el salón Bombay, decide huir de Barranquilla a Cartagena al Café Bogotá. Allí conoce al loco Tadeo Guevara que le regala una Biblia donde encuentra la pista para encontrar la Cruz del Dorado, en donde descubre el mapa del tesoro pintado en una pared, tras una Virgen. Antonia Guevara que dice ser nieta de Tadeo, le convence para buscar del tesoro, comenzando así una aventura llena de peligros y misterios...

miércoles, 7 de julio de 2010

¿De qué manera se ha ido perdiendo nuestra identificación cultural y la de los demás?

Por: Juana Reyes Guevara.


En la actualidad muchos de nosotros hemos perdido el gran significado de lo que es sentirse identificado con nuestra cultura y nación. Si bien es cierto nuestro país se ha ido involucrando con el paso de los tiempos por infinidad de problemas causados por nuestros malos actos, pero que a la vez no nos importó, ya que pensábamos que no nos afectaría o que no era “nuestro problema”. La identificación cultural se ha perdido y nos hace ver a nuestra nación como un gran archipiélago, claro ejemplo en la actualidad podría ser el caso de Alberto Pizango, que declaró: No creo en el mea culpa. El culpable, como muchos dicen, es la ambición. La ambición de querer vivir a costa de los pueblos”. Pues bien si nos centramos en la obra la cruz de El Dorado, podemos darnos cuenta que la ambición de Jaime, Antonia y de Welser, los llevo a cometer barbaridades perdiendo la cordura, y claro está que no les importó atentar con la cultura que los indígenas tanto veneraban, tan solo la ambición les invadió a costa de los pobladores.

“(…) ellos no pretenden recuperar la cruz por su valor. La quieren por que la veneran, porqué tienen fe en lo que representa. No desean fundir su oro ni Arrancarle las esmeraldas.”

César Mallorquí, “La cruz de el dorado”, Ed. edebé, Barcelona, 2005, pp. 198.

Por ello estemos donde estemos debemos tener respeto como persona morales ante diferentes situaciones y aceptar las ideas de los demás así estemos en desacuerdo. Pero respetar y aceptar nuestra cultura no nos hace menos, pero si nos hace grande, nos forma como personas, como ciudadanos, identificados con nuestra nación, con nuestra cultura.

3 comentarios:

  1. ESTOY DE ACUERDO EN NUESTRO PAIS MUCHOS PERUANOS HAN PERDIDO EL AMOR Y RESPETO A NUESTRA CULTURA YA QUE SE REFLEJAN EN LOS MALOS ACTOS DE COMO MALAGRAN NUESTROS CENTROS HSITORICOS DE NUESTROS ANTEPASADOS,NO TENEMOS RESPETO ALO QUE NOS PERTENECE Y ESO SE REFLEJA COMO UN MAL EJEMPLO A NIVEL MUNDIAL QUE NO CUIDAMOS NUESTRO TURISMO
    POR: LUIS DAVID ALVAREZ CARRANZA CLASE 4587

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  2. Apoyo lo planteado, puesto que en la actualidad, ya no existe amor propio, ni amor por lo nuestro, es decir se ha dado una gran pérdida de nacionalismo e identidad cultural, tanto así que hasta intentan apoderarse de lo nuestro, este es el caso de Bolivia y Chile, quienes quieren arrebatarnos algunas cosas que son nuestras. Esto, a mi parecer, es el resultado de la perdida de nuestra identidad tanto cultural como nacional. Yo opino, que se debe concientizar a la población para cambiar este problema que con el paso del tiempo llegara a afectar a todos los peruanos.

    Randy Pachamango Luis - clase 4587

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  3. Estoy totalmente de acuerdo con tu punto de vista. Todo ahora es alienación desde la manera en la que respiramos hasta la forma en la que actuamos, todo esto es parte de la influencia de sociedades mas "avanzadas" que nos ofrecen dignos modelos a seguir, pero la unica verdad es que ni ellos se sienten a gusto con la imagen que proyectan.
    Yo creo que esa es la principal razón de que no haya patriotismo ni amor a uno mismo, eso se forma con el pasar del tiempo pero sobre todo con el modelo que nuestros padres nos plantean.
    Es a mi parecer una cuestión de moral y amor propio.

    CLAUDIA COTRINA ACOSTA . CLASE 4587

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